A las mujeres nos han enseñado a querer de rodillas, viendo hacia arriba, entregándonos en cuerpo y alma al amado. Si el cariño romántico fuera una monarquía, serían los reyes absolutos, y nosotras las sirvientas.
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Amor en construcciónCoral Herrera
¿Por qué razón se ha perpetrado durante los siglos el modelo de amor patriarcal? Entre las primordiales causas es que los hombres que son amados por una o bien numerosas mujeres viven realmente bien.
Las estadísticas detallan que los solteros viven menos años, enferman más, y se cuidan peor. Y sucede que los resultados positivos de ser un hombre amado por una o bien numerosas mujeres son bastantes.
Antes que nada, el cariño les garantiza tener sexo permanente y seguro en el momento en que lo precisen. A las mujeres en el patriarcado nos forman para estar siempre accesibles para agradar al macho.
El cariño de una mujer devota les hace sentirse destacables, les infla el Ego, les otorga poder, les proporciona prestigio en frente de el resto machos. De este modo su autovaloración está siempre bien alta: en todo momento los ojos de su querida le devuelven una imagen magnífica de sí.
En el momento en que el patriarcado dejó a los hombres sin amor
Requieren mucha admiración y deseo de las mujeres, porque es lo que les define como machos: su aptitud para apoderarse y para preñar mujeres.
El cariño les brinda una criada que trabaje gratis y desempeñe numerosas tareas: que traiga capital a casa, que sea al unísono asesora, chef, enfermera, educadora, sicóloga, técnica de limpieza, nutricionista, sastre y diseñadora, administradora, cuidadora, y animadora social y cultural.
Entregadas en lugar de migajas
Lo que consiguen los hombres del amor de una mujer en el patriarcado es una mujer complaciente con solamente tiempo para sí, con doble jornada de trabajo y una perpetua sonrisa.
El cariño romántico les da a las que van a ser las mamás o bien la madre de sus hijos, si desean tenerlos. van a ser las encargadas de la crianza y la educación de los hijos, a los que amará con igual devoción que al pater familias.
Hombres infieles: la monogamia son los progenitores
El cariño romántico les obsequia toneladas de cuidados: las mujeres usamos un largo tiempo y mucha energía en cuidar de nuestras parejas, en probarles amor, en empujarlos en sus crisis, en apoyarles en sus proyectos…
Las mujeres gastamos energía en escucharles en el momento en que requieren desquitarse, en animarles en el momento en que se deprimen, en procurarles resoluciones en el momento en que tienen inconvenientes, en proteger su indumentaria, su salud sensible y física.
Por qué razón no entendemos ser contentos sin pareja
Varios hombres se favorecen de estos cuidados sin precisar tener que corresponder en exactamente la misma medida, ya que su papel siempre se ha con limite a ser asegurador en el momento en que la familia está en riesgo.
A los hombres no les forman a fin de que aprendan a cuidarse, les persuaden de que siempre va a haber una mujer que se encargue de (la mamá, o bien la mujer)
Por qué razón nos eligen sumisas
El cariño romántico les obsequia muchas mujeres distintas para agradar sus pretenciones sexuales, mas solo a una le van a dar el trono del matrimonio, y intentan elegir bien a fin de que la mujer escogida sea leal, honesta, creíble, espléndida, entregada al amor, y sumisa.
Saben que las mujeres que padecen son más atacables y manipulables, y saben que cuanto más se hagan querer, más ardemos en deseo las mujeres enamoradas.
La química del amor (y del desamor)
De ahí que se tienen la posibilidad de aceptar el lujo de hacernos padecer: a fin de que nos quede claro quién manda, quién tiene el poder, quién está arriba y quién está abajo.
Los hombres tienen la posibilidad de sentirse inferiores en sus cargos laborales, en sus conjuntos de hombres, o bien en la calle en frente de hombres más poderosos, mas en el hogar se sienten como reyes.
Los hombres se favorecen además a nivel económico de las mujeres en el momento en que se emparejan, porque no deben abonar asistentas familiares, ni chefs, ni putas: lo tienen todo en el hogar, y al alcance de su mano.
Los hombres no deben obligar a las mujeres a ser sumisas y condescendientes: en el momento en que nos enamoramos locamente y poseemos la autovaloración bajísima, muchas nos sometemos de manera voluntaria.
Feminismo: por qué razón nos cuesta llevar la teoría a la práctica
Somos comprensivas, soportamos, cedemos, facilitamos la vida al otro a fin de que todo marche bien: nos anulamos sin ofrecernos cuenta porque atendemos más las pretenciones del otro que las nuestras.
Los nuevos hombres nos desean mejor
Los hombres están comenzando a saber los permisos de los que disfrutan en sus relaciones íntimas y cariñosas.
Determinados están comenzando a trabajarse por la parte interior para estudiar a tratar como compañeras a sus parejas, para no abusar de ni dominarlas, para portarse bien a lo largo de toda la relación, para separarse sin montar guerras y sin utilizar la crueldad, para estudiar a respetar la independencia y autonomía de sus compañeras.
La enorme trampa del amor romántico
Varios se están cuestionando estos permisos, mas aún son escasos: hacen falta más hombres con ganas de trabajarse el cariño para lograr vivirlo desde la igualdad y el compañerismo.
Continuar haciendo un trabajo para relacionarnos en un chato de igualdad, hacer mas fuerte nuestra autovaloración, tener claro lo que deseamos y lo que no, querer con los pies en la tierra, tomar elecciones, diseñar un plan de vida lleno de amor del bueno, y distanciarnos de los hombres que no nos desean bien.
Ahora no más reyes absolutistas a los que venerar: deseamos compañeros con los que poder crear una relación bella. Y no vamos a conformarnos con menos.
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Coral Herrera
Autora
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